Camino por la vía láctea
Sin mirar que las estrellas
Como vidrios cortan mi carne
Sangran mi vida y mi corazón
Pero camino como a quien
No le importa perder la vida,
Porque ya no tengo nombre
Se ha quedado en la tierra,
Donde los hombres solo
Recuerdan con oraciones
Que los sacerdotes rezan,
Mi sangre llueve desde el cielo
Cae en gotas frías y diminutas,
Se funde entre las ramas,
Se va a las coladeras,
Y mi carne,
¿Para que hablo de mi carne?
Si es el alimento de miles
De indigentes que rondan por
Las calles pidiendo limosna
Si también son las montañas
Y volcanes, y la nieve de los volcanes
¿Para que hablar de la carne?
Si la carne es solo una ilusión óptica
Para quienes no conciben su
Propia vida, y para que aquellos
Que quieren quitársela solo
Puedan matar esa ilusión que sus
Ojos ven.
La sangre y el cuerpo de Cristo
¡Pobre!, todos se lo quieren comer
Pero nadie lo sabe escuchar,
Ni entender, no soy cristiano
Y las iglesias no son mi hogar
Soy la libertad, y mi hogar
Eres tú.
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