Ando de paso.

Me arrastra la tormenta
vuelo otra vez de regreso a casa
entre estrellas me abro paso
he dejado ese lugar calido
al tratar de atravesar la valla
que solo es visible con luna llena
y, es que, nada importa mientras
pueda volar de regreso.

Se que la humanidad llega a su fin
mientras veo, en éste pequeño pueblo
calles empedradas
donde la armónica rompió en llanto,
ya no tengo nada que necesites
la vida se termino
y regreso a mi hogar.

En el camino atorado entre llamas
corriendo delante siempre del olvido
trato de pasar frente a todos
y sin mirar a nadie
desorganizando el caos del espacio
silbando pequeñas canciones
que nadie conoce
pero siempre resultan familiares.

Busque las masacres atemporales del cerebro
mientras vibraba cantando con Bob Dylan
y encontré el sonido del silencio
atravesando el aire hasta fondo de mí ser
donde oculte lo que siempre llevé:
tu nombre…

El dolor me ablanda
y resulta difícil decir que he de maldecir
la nube que me cubre en abandono
insaciable, que llega y solo dice ahora:
Fin… es tu hora.